7.26.2013

JOPE: Puerto de Refrigerio y Recursos para la Vida

La palabra Jope en hebreo significa "hermoso o hermosa", en los tiempos bíblicos se le llamó de esa manera a una ciudad costera que estaba al Noroeste de Jerusalén, la cual servía como puerto marítimo para esta capital israelíta. Al día de hoy la ciudad es llamada Jafa o Yafo y su puerto es considerado uno de los puertos más antiguos del mundo, está ubicado en Tel Aviv.


Es evidente que al bautizar a esta ciudad con el nombre de Jope fue porque esta poseía una belleza natural especial. Además de su belleza, era el único puerto natural en el mar Mediterráneo desde Egipto hasta Palestina, lo cual la convertía en un sitio ideal para el comercio y para asuntos militares. Era también una ciudad muy fértil con dos grandes fuentes que suplían de agua a la ciudad.

En la historia bíblica, la ciudad de Jope fue testigo de eventos importantes tales como:
  • La conquista de la tierra prometida por parte de Josué. Jope fue asignada a la tribu de Dan (Jos. 19:46) 
  • En ella se recibieron las maderas traídas para la construcción del nuevo templo de Salomón. (2 Cr. 2:16) 
  • Allí Jonás tomó el barco donde trataría de huir del mandato de Dios. (Jon. 1:3) 
  • La madera para la reconstrucción del templo en los tiempos de Esdras fue recibida en Jope (Esd. 3:7) 
  • Tabita, también llamada Dorcas, descrita como una mujer "rica en obras buenas y de caridad, era originaria de Jope (Hch. 9:36) 
  • Pedro recibe en Jope la revelación de ir a predicar a Cornelio y, posteriormente, a los gentiles (Hch. 10:1-48) 

En definitiva, fue una ciudad relevante en la historia de Israel y del Cristianismo, así como una puerta para la recepción de recursos de otras tierras y plataforma para eventos memorables dentro de los planes de Dios.

En esa misma línea, inicio este blog, llamándolo con el mismo nombre de "JOPE"o el puerto JOPE, con el deseo de que se convierta en un "muelle" donde concurran las ideas que Dios traiga a mi mente y mi corazón sobre Su Palabra aplicada a la vida del creyente y su entorno.

Oro porque este tiempo de compartir por escrito Sus enseñanzas y/o principios bíblicos pueda ser de edificación, crecimiento y renovación continua para mi vida y para cualquiera que lea. Así como en un puerto la brisa del mar refresca el ambiente y las embarcaciones llegan repletas de provisión para la ciudad, anhelo que así se sienta mi vida con la Palabra de Dios.